La meditación de la bondad reporta beneficios para la salud mental y el bienestar que no podemos pasar por alto. Ella es una de las más estudiadas científicamente y se ha demostrado que ayuda al cerebro a reforzar el estado compasivo. Al hacerlo se activa el sistema de seguridad o compasión lo que genera que nos relacionamos mejor con nosotros mismos y con quienes nos rodean, potenciando la empatía y capacidad de ponernos en el lugar del otro. A la vez que incrementamos nuestra calma y tranquilidad, reducimos el estrés y la ansiedad.
Cómo realizarla:
- La práctica es mejor que sea diaria y estar entre los 20 a 45 minutos, aunque no hay un tiempo límite superior, a mayor cantidad de tiempo de práctica mayores efectos
- Reserva de 20 a 45 minutos con el propósito de poner calidez y bienestar en tu vida.
- Colócate en una posición cómoda que te permita relajarte.
- Respira hondo un par de veces para instalarte en tu cuerpo y en el momento presente.
- Trae a tu mente una persona o ser que te haga sonreír de manera natural, que alegre tu corazón, siente lo que es estar junto a él y disfrutar de su compañía.Reconce la vulnerabilidad de esa criatura y como esta expuesta al sufrimiento (enfermedad, envejecimiento y muerte). Reconoce que al igual que todos los seres vivientes ese ser quiere ser feliz y librarse del sufrimiento. Siendo consciente de lo que esta diciendo repita las siguientes frases de manera suave y amable:
- Que estés a salvo.
- Que tengas paz.
- Que tengas salud.
- Que te vaya bien en la vida.
- Cuando la mente se distraiga vuelve a enfocarte en el ser querido y las palabras, saborea cualquier sentimiento de cariño que pueda aparecer de forma calmada.
- Ahora súmate a ese círculo de buena voluntad. Pon la mano en el corazón, siente la tibieza y presión y dí:
- Que tú y yo estemos a salvo.
- Que tú y yo tengamos paz.
- Que tú y yo tengamos salud.
- Que a ti y a mí nos vaya bien en la vida.
- Visualiza tu cuerpo, percibe cualquier molestia o estrés y bríndate bondad a ti mismo diciéndote:
- Que yo esté a salvo.
- Que tenga paz.
- Que tenga salud.
- Que me vaya bien en la vida.
- Realiza un par de respiraciones y descansa en la tranquilidad de tu cuerpo saboreando la buena voluntad y la compasión que fluye. Piensa que puedes volver a este estado cuando lo desees. Abre suavemente los ojos
son profundos y no se notan inmediatamente.
Lic. Psic. Fernanda López
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