lunes, 3 de octubre de 2016

Conoce los beneficios de practicar la meditación de la bondad

La meditación de la bondad reporta beneficios para la salud mental y el bienestar que no podemos pasar por alto. Ella es una de las más estudiadas científicamente y se ha demostrado que ayuda al cerebro a reforzar el estado compasivo. Al hacerlo se activa el sistema de seguridad o compasión lo que genera que nos relacionamos mejor con nosotros mismos y con quienes nos rodean, potenciando la empatía y capacidad de ponernos en el lugar del otro. A la vez que incrementamos nuestra calma y tranquilidad, reducimos el estrés y la ansiedad.

Cómo realizarla:

  • La práctica es mejor que sea diaria y estar entre los 20 a 45  minutos, aunque no hay un tiempo límite superior, a mayor cantidad de tiempo de práctica mayores efectos
  • Reserva de 20 a 45 minutos con el propósito de poner calidez y bienestar en tu vida.
  • Colócate en una posición  cómoda  que te permita relajarte.
  • Respira  hondo un par de veces para instalarte en tu cuerpo y en el momento presente.
  • Trae a tu mente una persona o ser que te haga  sonreír  de manera natural, que alegre tu corazón, siente lo que es estar junto a él y disfrutar de su  compañía.Reconce la vulnerabilidad de esa criatura y como esta expuesta al sufrimiento (enfermedad, envejecimiento y muerte). Reconoce que al igual que todos los seres vivientes ese ser quiere ser feliz y librarse del sufrimiento. Siendo consciente de lo que esta diciendo repita las siguientes frases de manera suave y amable:
  1. Que estés a salvo.
  2. Que tengas paz.
  3. Que tengas salud.
  4. Que te vaya bien en la vida.
  • Cuando la mente se distraiga vuelve a enfocarte en el ser querido y las palabras, saborea cualquier sentimiento de cariño que pueda aparecer de forma calmada.
  • Ahora súmate a ese círculo de buena voluntad. Pon la mano en el corazón, siente la tibieza y presión y dí:
  1. Que tú y yo estemos a salvo.
  2. Que tú y yo tengamos paz.
  3. Que tú y yo tengamos salud.
  4. Que a ti y a mí nos vaya bien en la vida.
  • Visualiza tu cuerpo, percibe cualquier molestia o estrés y bríndate bondad a ti mismo diciéndote:
  1. Que yo esté a salvo.
  2. Que tenga paz.
  3. Que tenga salud.
  4. Que me vaya bien en la vida.
  • Realiza un par de respiraciones y descansa en la tranquilidad de tu cuerpo saboreando la buena voluntad y la compasión que fluye. Piensa que puedes volver a este estado cuando lo desees. Abre suavemente los ojos
Hay que tener paciencia con la práctica de la meditación de la bondad amorosa ya que los cambios
son profundos y no se notan inmediatamente.

Lic. Psic. Fernanda López 

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