jueves, 7 de septiembre de 2017

Conoce una técnica eficaz para reducir la ansiedad

¿ Has observado cómo es tu respiración cuando te encuentras en un estado de ansiedad y estrés ? Si lo haces verás que respiras de forma superficial, rápida y con un movimiento ascendente y frontal del tórax. De esta manera el aire únicamente accede a la parte media y superior de los pulmones; este es un sistema poco eficaz para oxigenar la sangre, por lo que si se mantiene, intensifica la sensación de tensión y malestar.

El entrenamiento en respiración diafragmática tiene como objetivo utilizar los pulmones de forma más completa y automatizar el control de la respiración, para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés y ansiedad, para ser menos vulnerables a ellas, potenciando la calma y relajación.

Cómo practicar la respiración diafragmática:
 

  •  Elige un tranquilo donde sepas que no te interrumpirán , haya poco ruido, una luz tenue y una temperatura adecuada.
  •  Siéntate en una silla con la espalda recta, apoya tus pies en el piso.
  •  Realízala 2 veces al día (mínimo), mejor de mañana y antes de acostarte, por lo menos durante 5 minutos, luego podrás ir extendiendo el tiempo de práctica.
  • Pon tus manos sobre tu abdomen.
  • Inspira (sin forzar), observa como tus manos sobre el abdomen suben, retiene el aire uno o dos segundos.
  • Expira (sin forzar), observa como tus manos sobre el abdomen descienden, mantiene uno o dos segundos.
  • Si aparecen pensamientos se déjalos pasar sin “engancharte” con ellos y vuelve a concentrarte en las manos suben y descienden en cada inspiración - expiración.



Esta técnica es efectiva para recuperar estados de calma, y cuanto más la practiques mayores serán sus efectos positivos, incluso podrás utilizarla, sí la tienes incorporada, en esos momentos que te ves desbordado y en cualquier lugar. Para ello es clave que le dediques un espacio todos los días. Comienza hoy !!!

Lic. Psic. Fernanda López Romano

domingo, 3 de septiembre de 2017

Aprende cómo convertir la tristeza en una aliada

¿ Qué haces cuando te sientes triste ? ¿ Te permites experimentar tristeza o escapas de ella ? ¿ Te juzgas y recriminas cuando estas decaído ? Con frecuencia escapamos a esta emoción, ya que nos consideramos fracasados, poco exitosos o inadecuados si no nos sentimos plenamente alegres. En este post te explicaremos qué es la tristeza, ante qué situaciones surge y cómo convertirla en una aliada para potenciar tu bienestar.

  ¿Qué es la tristeza?

La tristeza es una emoción básica, y como tal, es compartida por todos los seres humanos, sin importar la edad, género o cultura a la cual se pertenezca. Se ubica dentro de las emociones negativas, las cuales nos ayudan a sobrevivir, enfrentar peligros y riesgos.

  ¿Ante qué situaciones aparece?

Surge ante la pérdida de personas, vínculos, actividades, objetos, o expectativas que son valiosas e importantes para nosotros.

¿Cuáles son las características de la tristeza?

Pocas ganas de realizar actividades, nos sentimos cansados, sin fuerzas, el apetito cambia y se duerme más o menos horas de lo habitual. A nivel corporal se destaca que adoptamos sobre todo posturas de cierre, las comisuras de nuestros labios están hacia abajo, los párpados caídos, y los ojos pueden estar empañados y desenfocados. Las ganas de llorar son frecuentes, al igual que la sensación de soledad. Pueden aparecer,  también, estados de culpa y auto-reproche al igual que enojo e ira. Ya que se tiende a pensar que si se hubiera cuidado mejor lo perdido nada hubiera pasado.

 ¿Cuál es su función?

1-  Hacernos disminuir la actividades para que podamos reflexionar y rearmar nuestras vidas luego de la pérdida que hemos sufrido.

2-  Nos permite comunicar el estado de ánimo que tenemos, para que quienes nos rodean puedan ayudarnos.  

3-  A partir de ella solemos hacer un balance de lo que es importante en nuestras vidas, que le da sentido y cuáles son las metas que realmente nos resultan significativas y valiosas.

Cómo amigarnos con la tristeza y volverla una aliada para recuperar el bienestar:

1- No le tengas miedo, es una emoción básica y como tal su función es cuidarte. Si no se extiende en el tiempo demasiado y si no te impide continuar con tu vida no existen riesgos. Muchas veces se escapa de la tristeza ya que pensamos que caeremos en una depresión si le damos lugar. Sin embargo  en el caso de la depresión hablamos de una tristeza que se ha vuelto tóxica y patológica y ha deteriorado diferentes áreas de la vida de la persona.

2- Acéptala, al igual que la pérdida que la provocó, aunque nos resistamos la vida está marcada por la impermanencia y el cambio. Todo en algún momento tiene su fin, por lo cual el presente nos tiene que encontrar plenamente enfocado en él para vivirlo y disfrutarlo realmente.

3- Pide ayuda a tus familiares, amigos y allegados, deja la idea de que esta mal mostrarse vulnerable, lo que nos vuelve realmente débiles es no tomar contacto con lo que nos sucede. Apóyate en tus seres queridos, y deja que te sostengan, luego tú también podrás cumplir esa función cuando ellos te necesiten. Es una buena oportunidad para fortalecer los vínculos que tienes.

3- Se consciente de otras emociones relacionadas, como la culpa, el miedo, o el enojo, ellas suelen aparecer junto a la tristeza.

4- Date tiempo, ante una pérdida el cerebro se tiene que " recablear " nuevamente para asumir que esa persona, relación o cosa que era importante para nosotros ya no está en nuestras vidas, se paciente, y ten en cuenta que es un proceso darte cuenta cabalmente de lo sucedido.

5- Acepta los momentos de quietud, en una sociedad en donde se nos piden estar todo el tiempo en actividad, estar sin hacer nada es visto como algo negativo, sin embargo necesitarás esos momentos para rediseñar tu vida luego del cambio que ha habido en ella.


Lic. Psic. Fernanda López Romano