lunes, 20 de marzo de 2017

4 enseñanzas que nos brinda el otoño para vivir con más bienestar

Cada año, luego del verano, comienza a cambiar el paisaje a nuestro alrededor, las horas de luz y oscuridad se equilibran, empiezan a aparecer los típicos y bellos amarillos y ocres del otoño. Hasta nuestro cuerpo comienza a requerir más abrigos y comidas más cálidas y nutritivas. Nos acompasamos al cambio de estación, y modificamos ritmos y hábitos. Y si estamos atentos y conectados con las estaciones podemos aprender de ellas ricas enseñanzas de como ir avanzando en el camino de vivir con mayor plenitud y lucidez. Quiero compartir contigo lector, que quizás sea "fans" o no del otoño algunos aprendizajes que él nos brinda.

1- Como cada estación, y la rueda cíclica de sus cambios, nos muestra de forma muy clara y precisa que estamos sujetos a la transformación y la impermanencia, por ello siempre vale tener presente que todo pasa, lo bueno y lo malo, nada es permanente y tenemos que saber transitar y por qué no disfrutar de la variabilidad de la que está compuesta la vida y nosotros mismos. Nos recuerda que nada es estático, ni fijo, y que la vida se nutre del cambio.

2- Nos invita a momentos de reflexión, introspección y recogimiento. A pensar cuáles han sido nuestras cosechas de los meses anteriores a nivel de nuestros vínculos, hobbies, estudios, trabajo, salud, y demás áreas de la vida personal. Y considerar si lo sembrado se ha correspondido o no con lo cosechado y sino es así modificar lo que sea necesario para el futuro.

3- Unido a lo anterior luego de observar lo que cosechamos es importante agradecer, no dar por sentado lo que hemos conseguido, no quedarnos en la queja de lo no obtenido ni en la tiranía que tenía que haber sido distinto. Cada cosa conseguida, cada paso dado, cada meta concretada merece ser agradecida, celebrada y saboreada. Desde la Psicología del Bienestar se nos enseña a no caer en el acostumbramiento hedónico y dar gracias por todo lo bueno que hay en nuestras vidas y funciona, dejando de hacer foco solamente en lo negativo o en la carencia.

4- El otoño es un gran maestro en el arte de desprenderse y desapegarse de lo que ya no es útil, nos hace daño o ya necesario en nuestras vidas para dar cabida a nuevas cosechas. Las hojas otoñales que se caen de los árboles y los hábitos, vínculos, u otras cosas que ya no nos hacen bien y de las cuales nos desprendemos serán nutrientes para próximos florecimientos si tenemos el valor de soltar.


Lic. Psic. Fernanda López Romano

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