viernes, 20 de febrero de 2015

El valor de la Serendipia en la creatividad

Si bien la creatividad obedece al trabajo constante en la búsqueda de una solución, y/o en la invención de un nuevo producto, también a veces gracias al azar surge una idea innovadora. Ha sido frecuente en la historia de la humanidad que grandes inventos y descubrimientos se realizán por accidente mientras se buscaba otra cosa. Ello muestra que en creatividad además de lo lógico, y el trabajo constante intervienen lo intuitivo, lo azaroso y la imaginación.

Comparto con ustedes algunas serendipias famosas: 

1-  La viagra; Este medicamento utilizado para combatir la difunción erectil en los hombres, en un primer momento fue probada para traar la angina de pecho, al ver sus efectos secundarios se comenzó a utilizar para combatir esta patología sexual.

2- LSD: Fue al comienzo una sustancia investigada para estimular el parto, el investigador Albert Hofmann  por casualidad y accidentalmente al probarla notó una alteración en su conciencia, luego siguió experiementado al respecto tomando dosis más altas para probar sus efectos.

3- Los rayos X:  fueron descubiertos, cuando el intelectual alemán Wilhelm Röntgen probó colocar varios objetos en frente de la radiación y vió los huesos de su mano proyectados sobre la pared.

4.  Penicilina: El científico escocés Alexander Fleming investigaba la gripe en 1928 cuando se dio cuenta de que un moho azul-verdoso había infectado una de sus placas Petri y había matado a la bacteria staphylococcus que cultivaba en él. Gracias a su descuido y su posterior descubrimiento, millones de vidas se han podido salvar.

5- Endulzante artificial:  Tres falsos-azúcares han llegado a los labios humanos solo porque los científicos olvidaron lavarse las manos. El ciclamato (1937) y el aspartamo (1965) son subproductos de la investigación médica y la sacarina (1879) apareció durante un proyecto con derivados de la brea de carbón. Todo por accidente.

6-Horno microondas:  Los emisores de microondas (o magnetron) eran usados por los radares aliados en la segunda Guerra mundial. El salto de detectar nazis a calentar la comida llegó en 1946, después de que un magnetrón derritiera una barra de caramelo que Percy Spencer, ingeniero de la empresa Raytheon, llevaba en su bolsillo.

Esto nos muestra que en lo que en apariencia es un error y obstáculo para los objetivos que perseguimos se pueden volver un decubrimiento útil. Capitalicemos los erroes, valoremos el azar y comencemos a ver el proceso creativo como un aprendizaje contínuo.

Lic. Psic. Fernanda López

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