martes, 6 de enero de 2015

La capacidad de jugar como un rasgo de las personas creativas



Hoy me gustaría compartir con ustedes uno de los rasgos que según investigaciones desarrolladas por la psicología de la creatividad y la psicología positiva caracterizan a las personas creativas.

Mijail Csíkszentmihály propone que en las mismas coexisten a un mismo tiempo rasgos que parecen aparentemente contradictorios, pero esa contradicción más que un obstáculo es un motor para que ocurran ideas creativas innovadoras. Entre ellos está la capacidad de ser lúdicos, es decir son sujetos que aman jugar, divertirse, teniendo un carácter por momentos que desde un observador puede parecer irresponsable e infantil combinado con una férrea disciplina. ¿ Cómo se puede explicar esa aparentemente contradicción ? Podemos entenderlo mejor si tomamos en cuenta las etapas del proceso creativo, es decir el proceso por el cual una idea nace, se perfecciona y concreta.

 El proceso creativo consta de varias partes: preparación, incubación, evaluación y elaboración. Durante la preparación necesitaremos explorar el problema o tema que nos interese, recogiendo información, buscando distintos puntos de vista sobre el mismo. En esta etapa la disciplina es fundamental, pero también comenzar a unir ideas, elementos, jugar a enlazar distintas ideas, pues de eso se trata la creatividad, de conectar cosas que en apariencia están separadas. En la incubación será necesario confiar en que nuestro inconsciente hará las conexiones necesarias para que surga una idea creativa, en esta etapa el divertirnos, entretenernos, hacer cosas que nos gusten es básico. Mientras que en la evaluación la disciplina al momento de verificar si lo que se nos ocurrio es apropiado para ser llevado a cabo es por demás importante. Durante la elaboración el probar, combinar, jugar, se volverá a unir con la perserverancia y planificación para que podamos transformar lo que momento fue simplemente un producto de la imaginación en realidad. 

Cabe recordar que el estres es enemigo de la creatividad, y el juego es un antídoto para las tensiones y situaciones estresógenas. En resumen mantener nuestra capacidad de jugar luego de ser adultos es un factor que aumenta nuestro potencial creativo.

Lic. Psic. Fernanda López

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